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REINVENTARSE O MORIR

  • Foto del escritor: Cris Hidalgo
    Cris Hidalgo
  • 27 oct 2020
  • 3 Min. de lectura

La COVID-19 pone a prueba la capacidad de renovación del sector los mayoristas hortofrutícolas españoles


El sector hortofrutícola, al igual que la mayoría de sectores productivos y la sociedad en general, se ha visto envuelto en un cambio a marchas forzadas provocado por la inesperada pandemia que ha zarandeado los cimientos de la cotidianidad en todo el mundo.


Pequeñas, medianas y grandes empresas han sido testigo del nacimiento de un nuevo modelo de consumidor (puramente digital), que es cada vez más frecuente en esta "nueva normalidad" a la que nos enfrentamos.


Los mayoristas hortofrutícolas presumen de pertenecer a un único sector cuyas cifras, aun en pleno confinamiento, han mejorado respecto al año anterior. Esto se debe a que desarrollan un servicio esencial como es el abastecimiento de fruta y verdura, que además obtiene más beneficio del consumo doméstico que del extradoméstico. Pero si buscamos el origen de este éxito en el entorno de la COVID-19, nos daremos cuenta de que la clave de su fortaleza nace de la rápida adaptación a las nuevas líneas de negocio vinculadas a la tecnología y la digitalización.


Jaume Flores, Presidente de la Asociación Gremial de Empresarios Mayoristas de Frutas y Hortalizas (AGEM), afirma que el sector hortofrutícola fue capaz de renovarse y adaptarse a las nuevas demandas de sus clientes en un periodo de entre 24 y 48 horas poniendo de relieve el servicio y no solo el producto.



Los mayoristas hortofrutícolas españoles han sabido transmitir la seguridad que el contexto requería y explotar su papel como intermediarios entre productos y clientes. El conocimiento del mundo en el que se mueven les ha permitido identificar las necesidades derivadas del nuevo escenario en el que les ha tocado desenvolverse y, con ello, anticiparse y adaptarse a este drástico cambio. Los comerciantes han jugado todas sus cartas para obtener valor de su intermediación de manera que los clientes no se vieran envueltos en un juego de suma cero, porque sin clientes no hay negocio.


El coronavirus ha servido para despertar la inteligencia digital de las empresas, que han reelaborado todas sus estrategias con el objetivo de ganar la batalla al confinamiento. Para ello, la información y la atención directa y personalizada con las pequeñas y medianas empresas ha sido determinante. En momentos de confusión generalizada donde el exceso de información resultaba asfixiante, aquellas empresas que han apostado por ofrecer una información desmenuzada, continua, veraz y personalizada se han encontrado con la mitad del camino hecho. Asimismo, al mostrarse cercanos y atentos, los mayoristas han reforzado el apoyo y la fidelidad de las pequeñas empresas que por falta de recursos temían quedarse atrás en esta fugaz carrera hacia el pleno desarrollo tecnológico.



Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y, entre los directores y responsables de las principales empresas y organizaciones hortofrutícolas españolas, el descontento está a la orden del día.


Están orgullosos de haber desplegado una lógica de mercado multicanal para facilitar las operaciones comerciales en todas las direcciones posibles, pero insisten en que un servicio esencial como es el abastecimiento seguro de alimentos debería contar con el apoyo de las administraciones para su desarrollo y no ha sido así. Todo y cuanto han recibido por parte de las mismas han sido palmaditas en la espalda una vez hecho el trabajo duro; pero por el camino los "mercas" españoles han tenido que lidiar no solo con la impredecibilidad de la situación, sino también con asociaciones y administraciones que hacían oídos sordos a sus peticiones.


Aunque su éxito es innegable, este proceso habría sido mucho más llevadero si hubiese habido comunicación con "los de arriba". No se puede exigir sin dar nada a cambio. La reciprocidad ha de ser el principio básico de toda relación, ya sea personal o comercial, más aún cuando hay tanto en juego.



¡Esto ha sido todo por hoy! Nos leemos pronto. Mientras tanto, podéis echarle un ojo a mis redes sociales.

 
 
 

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