


Cristina Hidalgo
Nací hace poco más de 20 años, en un pueblo del sur lleno de casas blancas con geranios en los balcones y mil historias escondidas entre las estrechas calles de su antigua villa.
Siempre he sido un poco torbellino -o eso suelen decir mis padres-, arrojando energía y viveza allá por donde iba. Este carácter enérgico ha tenido por fiel compañero un espíritu inquieto y curioso, que desde pequeña me ha llevado a preguntarme el porqué de las cosas.
Reconozco que soy competitiva por naturaleza y un tanto testaruda también, pero en cierto modo esto es lo que me empuja a luchar en todo momento por aquello que anhelo. Con el tiempo he aprendido que no hay que tirar la toalla a la primera de cambio y que con constancia y esfuerzo se pueden alcanzar grandes logros.
Amante confesa de la libertad, voy buscando siempre aquello que me haga sentir; aquello que, de una forma u otra, me sepa tocar el alma.